viernes, 23 de enero de 2015

El quinto Sol



El quinto Sol



"... finalmente, a medianoche, los dioses

se reunieron en Teotihuacan y ocuparon

sus sitios en torno del fogón divino. En

este lugar sagrado arde el fuego durante

cuatro días. Y entonces los dioses

hablaron así:



- Vamos a crear el Quinto Sol; más para

hacer eso, uno de nosotros tendrá que

arrojarse a la hoguera.



Nadie habló. El fuego seguía ardiendo

vivamente, pero no hablo nadie. Al fin se

levanto alguien, un ser envuelto en

sombras, un dios feo, terriblemente

buboso y cubierto de verrugas y costras.



Se levanto con timidez y se puso a temblar

mientras lo miraban con desprecio los

demas dioses.



Cuando el arrogante dios Tecuciztecatl,

Señor de los Caracoles, vio que un dios tan

pequeño y deformado se habia ofrecido

para convertise en el Quinto Sol, se puso

en pie de un salto.



¡Silencio!

Paseo la mirada en torno, lleno de miedo.

El fuego inmenso salta y ruge, ahuyentando

a las estrellas. El Universo parece estar

golpeando freneticamente dentro el vientre

de su madre y por dondequiera se oye el

sonido de tambores. El sonido va

creciendo de intensidad a medida que las

llamas suben cada vez mas altas. Los

dioses entonces, hablan asi:



- ¡Ea, pues, Tecuciztecatl, entra tu en el

fuego!



El arrogante dios sonrie con desden

mientras avanza despacio hasta ponerse

enfrente de la enorme torre de llamas. Pero

al sentir el calor de las grandes llamas, se

le derrite la confianza y tiene miedo. Cierra

los ojos, toma aliento y arremete para

echarse en el fuego. Lanza un grito al

aproximarse al fogón divino, pero no

puede avanzar mas. Entonces todos los

dioses se levantan indignados.



Tecuciztecatl ruge como un huracan y

vuelve a correr hacia la hoguera. Cuatro

veces corre y cuatro veces no puede entrar

en el fuego.



Entonces de nuevo se hace silencio. Las

inmensas llamas se elevan danzando de tal

manera que destierran a los cometas de la

obscuridad. El Universo empuja su cuerpo

contra el vientre de su madre,

esforzandose en nacer y lanzando un

alarido infernal que resuena

interminablemente en torno nuestro. Y otra

vez hablan los dioses:

- ¡Ea, pues, Nanahuatzin, prueba tu!

Los dioses quedan de pie en torno del

fuego bramador y van volviendo sus ojos

inexpresivos hasta mirar al dios feo. Y le

instan de nuevo: "¡Nanahuatzin, ya es

hora de que pruebes tu!".





Sin aguardar un momento mas, se levanta

dando un grito, arrancandose el manto y

mostrando la fealdad de su cuerpo al

Fuego Creador.

Los sacerdotes tratan de controlarlo, pero

este se escabulle de sus manos,

lanzandose hacia el fuego que llamea en la

plataforma iluminada del templo. En la

plaza de los dioses, iluminada por la luna,

hay una explosión violenta que estalla en

diez mil rayos, los cuales estallan a su vez

y caen sobre la tierra en una lluvia de plata.

Las montañas se desploman y el cielo se

abre y se traga a Nanahuatzin. Despues hay

una obscuridad total: nada se puede ver,

nada se puede oir. Solo se escucha el ruido

crepitante de carne que se quema.

Luego, en esa noche obscurisima, los

dioses se sientan, exhaustos a esperar la

salida del nuevo sol. Esperan largo rato. Al

fin comienza a ponerse colorado el cielo y

en todas partes aparece la luz del alba.

Exhalando un suspiro los dioses se ponen

de rodillas para ver por donde saldra el feo

Nanahuatzin. Miran por todas partes sin

poder acertar donde aparecera. Solo el

dios Quetzalcoatl sabe el lugar en que

aparecera el Quinto Sol. Y cuando aparece

en el cielo, por el oriente, emerge de un

color rojo encendido y tambaleandose de

uno a otro lado. Nadie lo puede ver, tan

brillante y dorada es la luz que despide.

- Pero, ¿como habremos de vivir?- claman

entonces los dioses- ¡No se mueve el Sol!

No sigue su camino por el cielo! No hay ni

noche ni dia!

El Sol sigue tambaleandose de un lado a

otro. Sin embargo, no avanza por el cielo.

Tiene vertigo. Alguien canta alla a lo lejos:

" El Quinto Sol se llama el Sol del

Movimiento porque sigue su camino; pero

tu no te mueves, Nanahuatzin! ¡TU NO TE

MUEVES!

Los dioses dan un grito y se clavan en las

venas sus cuchillos de obsidiana,

ofreciendole al Sol su propia sangre, que

va subiendo hasta el cielo. Luego la sangre estuviera flotando. Este pasa volando por

delante de los sacerdotes, quienes se

afanan por detenerlo, pero el Sol ya esta

bajando por la escalinata, precipitadamente

huyendo hacia el horizonte que empieza a

empaparse de sangre...

Fue asi como nacio el Quinto Sol. Desde

ese dia ha iluminado a los Mexicas , a los

Mayas, a los Olmecas, a todas y cada una

de las grandes pueblos que existieron y

existen en Mesoamerica.

se convierte en un gran viento que sopla

sobre el Sol y lo hace levantar como si estuviera flotando. Este pasa volando por

delante de los sacerdotes, quienes se

afanan por detenerlo, pero el Sol ya esta

bajando por la escalinata, precipitadamente

huyendo hacia el horizonte que empieza a

empaparse de sangre...

Fue asi como nacio el Quinto Sol. Desde

ese dia ha iluminado a los Mexicas , a los

Mayas, a los Olmecas, a todas y cada una

de las grandes pueblos que existieron y

existen en Mesoamerica

No hay comentarios:

Publicar un comentario